Por : Ximena Arrieta
“CrossFit es muy caro” es una de las frases más escuchadas por todos quienes practicamos esta disciplina. Sin embargo, la inversión mensual puede sonar elevado, todo depende del lente con el que lo vemos: ¿Caro a comparación de qué? ¿Qué servicios ofrece a diferencia de otros centros de entrenamiento? ¿Cuáles son las prioridades en cada sesión?
Aquí trataremos de explicarte cuál es la realidad y ayudarte a decidir si CrossFit es o no para ti:
1. Inviertes por un entrenamiento personalizado
A diferencia de un gimnasio tradicional donde entran y salen personas todo el día, las clases de CrossFit tienen pocos alumnos y son en horarios específicos. La idea es que los coaches puedan guiar a cada uno de los atletas, ayudándolos a mejorar su técnica de movimientos como a adaptarlos cada vez que sea necesario.
2. Pagas por un estándar de calidad internacional
Para poder funcionar como tal y llamarse CrossFit, cada box debe afiliarse a CrossFit Inc. y eso implica un pago anual. Al pagar por una membresía, tienes la certeza de que tu box cumple con los estándares internacionales obligatorios y que no importa en qué parte del mundo te encuentres, siempre que vayas a un box de CrossFit te sentirás como en casa.
3. Pagas por coaches certificados
Así como cada box se afilia, los coaches también llevan cursos de certificación dictados por los mismos miembros de CrossFit Inc. ¿Eso qué significa? Que tu coach está preparado para instruirte en cada etapa del entrenamiento y adaptarlo a tus necesidades. Además, los coaches también son atletas y pueden aconsejarte desde la otra cara de la moneda.
4. Pagas por una programación
En un gimnasio tienes una rutina que repites todos los días hasta aburrirte. En CrossFit cada sesión es diferente y sigue una programación determinada por el Head Coach. Esta programación está basada en la esencia del entrenamiento: movimientos funcionales constantemente variados realizados a alta intensidad, y busca desarrollar tus habilidades corporales para mejorar tu estilo de vida.
5. Pagas por una variedad de equipos
El nombre de “box” puede confundirte e imaginar un espacio vacío para entrenar. Pero encontrarás más equipos de lo que imaginas: barras, pelotas medicinales, jaulas con racks, anillas, discos, kettlebells, dumbbells, remos, bicicletas, sogas, cajones y más. Todos estos equipos tienen un costo y requieren mantenimiento, pero estarán disponibles cada vez que quieras.
6. Hay una comunidad
¿Alguna vez pagaste por una membresía en un gimnasio y nunca fuiste? Eso no sucede en CrossFit: aquí asisten casi todos los atletas inscritos de manera constante. Eso genera una comunidad de amigos que comparten los mismos intereses y hasta hay una competencia sana entre ustedes. No hay espejos para que te mires todo el tiempo, vienes a sudar la gota gorda con tus compañeros.
